El día de la boda elegante de Norica y Luis ha empezado de la forma más notable en el hotel Santo Mauro, en pleno centro de Madrid, un lugar perfecto para introducir un evento que ambos han deseado que se caracterice por la perfección y la elegancia.

Para seguir en el mismo ambiente, han decidido que la ceremonia tuviera lugar en uno de los jardines de la finca Mirador de Cuatrovientos. Ahí han disfrutado junto a familiares y amigos de momentos agradables, declaraciones de amor que han sacado alguna que otra lágrima, risas y alegría: ingredientes que aunque estén presentes en todas las bodas, son siempre únicos y nos consiguen emocionar hasta sentirnos unos invitados más. 

Para la sesión postboda han elegido las calles del centro de Valencia donde hemos podido disfrutar de la arquitectura de la ciudad, rincones únicos y un largo paseo para aprovechar todo lo que el lugar tenía para ellos. Por último, ¿qué mejor lugar que la playa al atardecer? El resultado lo podéis ver, sobran las palabras.

Norica y Luis, estamos agradecidos por el aprecio que nos habéis mostrado y deseamos que el amor os caracterice siempre.